Dorron 1 - Sporting Portonovo 0

Tarde calurosa en el campo del Cruceiro. Media afluencia de público, ilustres exfutbolistas del united en la grada (Chalu,Plat, Chapi, etc..).
El Dorron sacó la siguiente alineación:
Ángel en la portería, defensas: Manu, Tomás y Marcos. Medios: Dani(c), Táboas y Esteban, por las bandas Diego y Yuyu, Delanteros: Portela y Lobato. Esperaban su oportunidad Iván, Losada(p.s.) , Chuco, Danislao y Tomás Montoya.
Comienza el Dorron sacando (que raro que perdiera el sorteo....) ya desde el primer momento se vé lo que ocurrirá durante el partido, dominio del Dorron y intentos por parte del Sporting de salir a la contra. De las numerosas ocasiones creadas en la primera parte, destacamos un tiro de Lobato al larguero en jugada ensayada, dos claros tiros de Táboas desde el borde del área que fueron respondidos brillantemente por parte de Damián(portero del Sporting) , un par de paredes en la frontal que no supimos resolver, y unos cuantos corners con mucho peligro. El dominio era claro las ocasiones llegaban, el juego era bastante bueno, pero el gol no llegaba. De esta manera acaba la primera parte.
La segunda sería un calco de la primera con menos intensidad puesto que hacía mucho calor y se notó el bajón físico, más pronunciado en los jugadores del Sporting. Las ocasiones se sucedían, recuerdo un par de paredes al borde del área y un par de centros peligrosos cabeceados fuera.
Parecía que el gol podría llegar en breve, y así fue. Jugada de Dorron, coje el balón Taboas al borde del área dispara, repelen entre Damian y el palo y el rechaze le queda franco a yuyu que solo tiene que empujarlo a las redes. Goool 1-0 . Mucho tiempo por jugar, mucho calor, bajó un poco más el partido, no así las ocasiones, que fueron abundantes. La más clara, un mano a mano de yuyu, que se va de todos, y no logra acabar en gol aunque parecía lo más fácil.
Y así termina el partido, contra un rival muy digno, que supo defenderse bastante bien, y que tubo su figura en su portero.


Lo mejor: La mejoría en el juego.

Lo peor: La cantidad de ocasiones que fallamos.